En esta edición tuvimos la oportunidad de retratar El Pacífico, un territorio abundante que sustenta la moda, el arte y la cultura, en una narrativa llena de contrastes.
Estas páginas están dedicadas a relatos tan valiosos como las expresiones de danza, música y gastronomía del festival Petronio Álvarez, la resilencia de las comunidades para trabajar de forma honesta y sostenible, las construcciones en el cuerpo que tienen simbologías más allá de nuestra comprensión; es una edición dedicada al tiempo, al ritmo, al movimiento, al sentir de una tierra olvidada y relegada, pero donde la voz de aquellos que la habitan crece con ímpetu por su propia determinación de darla a conocer, de hacerla respetar, y de algunos otros dispuestos a entender, a ayudar a alzar más su voz.
Esta ha sido la edición más bella ha realizar, por la sabiduría de los amigos que trajo consigo.